viernes, 29 de mayo de 2015

X-Men orígenes: Lobezno me quedé con ganas de más orígenes y de más guión.

Hay cintas que entretienen y dan lo prometido y aun así, para mi, no merecen el aprobado como sucede con esta primera aventura en solitario de Lobezno. Pienso que llega un momento en que hay que saber parar, no solo porque buscar dinero a base de secuelas y spin-offs es cansino, sino también porque la sobreexplotación de un personaje, que ya era cada vez más protagonista según avanzaba la trilogía original de los X-Men.
Hugh Jackman es indudablemente un gran actor y no se me ocurre un mejor Lobezno que él, pero me ha ido cansando verlo una y otra vez, hasta tal punto que en "X-Men: primera generación" agradecí enormemente que solo realizara un cameo cortito. Quizá por eso en su momento, no me decidí a ver esta película en el cine y en las dos ocasiones que la he visto en casa he tenido la misma sensación, entretiene pero le falta mucho y le sobra otro tanto.
Seguramente el mayor problema de estos orígenes de Logan sea su guión, que de tan simple, se queda corto y encima quiere contar tantas cosas que no profundiza en nada y nos quedamos un poco como al principio, pero con muchas escenas de acción y un Liev Schreiber que en ningún momento me convence como "Dientes de Sable" y con otros que andan por ahí como un "Gámbito", que solo convence cuando está en acción, y una versión de "Deadpool" que seguramente será muy diferente a la que veremos próximamente pero que ya encarnaba en ese momento Ryan Reynolds. ¿Será cosa de contratos?
Sé que muchos al leerme estaréis pensando que me pongo exigente, pero es que creo que se escogió un reparto muy justito para acompañar a Jackman, quizá por presupuesto, quizá porque se consideraba que era suficiente con él para mantener fuertes los cimientos pero se equivocaron. Y digo que se equivocaron porque si algo ha funcionado en el cine de superhéroes, desde su resurgir con los X-Men precisamente, es tener a actores y actrices que sin ser quizá los mejores en lo suyo si que son solventes y creíbles y aquí para mi eso no sucede en casi ningún momento.
Está claro que no es un bodrio, que entretiene y que ver a Lobezno/Jackman en acción siempre es espectacular pero en mi caso, que ya la he visto dos veces y que publico ya esta crítica en el blog difícilmente repetiré visionado y me planteo muy, mucho el si atreverme con la continuación. en cuanto al resto de la producción, tremendamente mejorable salvo quizá la banda sonora de Harry Gregson-Williams que siempre cumple aunque no haga trabajos como otros que pasen a la historia.
Cada vez tengo más claro que todas las adaptaciones de Marvel fuera de "Marvel Studios" van sobre todo por el camino de aprovechar los derechos al máximo antes de perderlos, con independencia de cómo se prostituya a determinados personajes, y hacer caja a toda costa. Por suerte tenemos buenos "Batman", "Iron-Man" y "Vengadores" a los que agarrarnos mientras esperamos que sigan saliendo cositas ricas como han sido los "Guardianes de la galaxia".

jueves, 28 de mayo de 2015

Mad Max: Furia en la carretera, otra "obra maestra" incomprendida por mi.

Esta era, como dije hace unas semanas en twitter, la película que con más ganas esperaba este año y no había visto casi nada de ella porque, aunque otras grandes como las nuevas de "Vengadores", "Parque Jurásico" y "Star Wars", eran ya seguras en mi calendario de cine palomitero, disfruto mucho de estas historias de mundos arrasados en los que la supervivencia a cualquier precio es lo único que importa y que suelen tener una estética, y esta vez no ha sido la excepción, que me entusiasma desde siempre.
El peligro de estas cintas es no poder verlas lo más pronto posible porque las opiniones de la gente acaban haciendo que te formes una idea que te haga valorar una película para mejor o para peor, según cual sea la corriente de dicha opinión. También es verdad que, tanto en twitter como en mi facebook personal, sé de qué gente fiarme más y de cual coger un poco más con pinzas lo que dicen. Esto no tiene que ver con que considere más válidas unas opiniones que otras pero vas viendo a la larga, al menos con determinado tipo de films, con quienes sueles coincidir más en las valoraciones para hacerte una idea más o menos real de lo que te vas a encontrar.
Si habéis ido leyendo estos días las críticas de la trilogía original, ya habréis observado que salvo por la estética, no son películas, salvo la segunda, que me hayan llegado especialmente aunque todas entretienen en mayor o menor medida. Así las cosas, con esta de la que os hablo hoy, y sabiendo que la dirigía el mismo director me esperaba más de lo mismo y mejor. Hablemos ahora de eso y de alguna otra polémica que se ha generado en torno a la película.
¿He recibido más de lo mismo? No tengo ninguna duda, he recibido muchísimo más, con una estética aun más cuidada, mucha más acción y mejor rodada gracias al mayor presupuesto y a los avances —aunque en una de las primeras escenas los efectos digitales cantan cosa mala cuando el líder se da su baño de multitudes— y personajes aun más dementes y frenéticos. Muchos de ellos incluso me han recordado a lo vivido en los juegos de la saga "Borderlands", los cuales recomiendo muy mucho si el universo de "Mad Max" os gusta y sois de videojuegos claro. Es evidente que en todos esos aspectos y en todo lo técnico la película es una orgía visual y sonora, con Junkie XL bordándolo con esa banda sonora que encima no solo nos acompaña con los altavoces sino también con el vehículo que es más un concierto portátil que algo que realmente ayude en algo a los perseguidores y que es una muestra más de la locura de ese mundo, con un guitarrista que tendrá varios momentos de gloria.

¿Lo que he recibido es mejor? Si y no. Si, porque técnicamente George Miller ha sabido aprovechar todo lo nuevo que tenía a su alcance y ha ido un paso más allá con los vehículos y la manera de pelear montados en ellos. Los "coches erizo" geniales y al fin las motos sirven para algo más que ser arrolladas por el resto. Los pequeños detalles como la manera de apagar el fuego en determinada escena, cómo le dan potencia extra a los vehículos o el modo en que tratan de frenar al camión son de agradecer; qué decir del uso de las pértigas y el juego que dan durante varios minutos. El problema viene cuando nos alejamos de la parte que se basa en la acción y empezamos a mirar al reparto por ejemplo. Supongo que yo, iluso de mi, esperaba algo más teniendo de protagonistas a Charlize Theron y Tom Hardy, a los cuales veo totalmente desaprovechados por bien que lo hagan en las escenas de repartir y que no se arregla con las pocas frases sueltas, más que vistas ya, que se dedican el uno al otro de vez en cuando, una vez Max/Hardy abandona su rol de hombre "animalizado", y empiezan a comunicarse.
Hay otro asunto del que no puedo dejar de hablar porque me llevó con muchas ganas de ver a qué tanto revuelo. Si no os lo habéis imaginado es todo lo relacionado con si la película era tan feminista y la "Imperator Furiosa" de Theron esa mujer que venía a liberar a las mujeres en el cine del yugo del que se liberaron hace ya mucho tiempo. O vemos/veis muy poco cine, o se nos ha ido olvidando que ya en el cine clásico, hubo actrices que encarnaron a mujeres que de verdad podían escandalizar incluso a sus propias comadres y no solo a los hombres y aun más reciente e importante, cuando Charlize aun ni había empezado el instituto, hubo una señora, una tal Sigourney Weaver, que demostró en "Aliens", la segunda entrega de la conocidísima saga, lo que era una mujer de acción que no necesitaba de los hombre para prácticamente nada y que tenía muchos más ovarios que huevos tenían muchos de los marines que acompañaban a "Ripley" en aquella aventura. Yo ya he visto a muchas guerreras en el cine tan buenas o mejores que "Furiosa" y la polémica esta me parece una de las mayores memeces que he escuchado en los últimos años. Si hay hombres que tienen algún problema con este personaje es porque se lo tienen que hacer mirar.
Indudablemente esta es una película para disfrutar en el cine, que mejora en todos los aspectos técnicos a sus predecesoras y que tiene su base en las dos primeras entregas de la saga, sobre todo en la segunda, como bien decía @Cinedepatio a la cual se hacen innumerables guiños en esta "Furia en la carretera". Me ha parecido una buena película de acción pero ha habido momentos en que esta persecución, que es lo único prácticamente que tiene esta historia, de dos horas se me ha llegado a hacer un tanto pesada. Como no llega todo el cine que me gustaría ver a las salas a las que tengo acceso se me hace muy difícil decir qué película puede ser mejor en lo que va de año pero para mi la nueva entrega de "Mad Max" no lo es. Me duele decirlo, pero ojeando a los profesionales, con quien más coincido respecto a esta cinta es con Boyero... tengo miedo.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Mad Max 3: más allá de la cúpula del trueno

Tras terminar con la última de la trilogía de los años ochenta, creo que he hecho lo mejor posible de cara a no ser demasiado duro con esta tercera entrega, porque si la hubiera visto después de disfrutar de "Furia en la carretera" y con lo que me gustó su predecesora creo que seguramente la nota habría sido más baja y mi opinión más desfavorable aun.
George Miller usa como siempre ese inicio típico en la saga —al tener ya una cuarta película podemos llamarla así creo yo— en el que Max/Gibson se encuentra en medio de un desierto —vale, es verdad que en la primera, el prota tarda en aparecer un rato más— sin saber por qué, ni de dónde viene ni a dónde va. Es seña de identidad y hasta te hace sentir que has vuelto a casa, una casa yerma y desértica, pero casa al fin y al cabo.
El problema viene a partir de aquí, porque una vez que Max abandona el desierto, o al menos llega a un sitio "civilizado, y nos introducimos en "Negociudad" empezamos a ver que el guión va a hacer aguas o que cuando menos va a ser un sinsentido y así es. Al protagonista le van sucediendo cosas pero hay, además de la historia, más cosas que fallan, como parte del vestuario, que parece más sacado de algún videoclip de la protagonista femenina, una Tina Turner que enseña todo lo que su caché permitía, que una verdadera evolución de lo que vimos en la cinta previa. Que no todo está mal, el "Maestro Golpeador" es genial y la batalla que Max protagoniza con el en la "Cúpula del trueno" que da nombre a la película es de lo mejorcito del cine de su época; eso por no hablar de una frase que, seguro que todos los de mi quinta y anteriores pronunciamos en su día y muchas más veces después: "Dos hombres entran uno sale".
Lo malo es que no se puede vivir de dos o tres detalles cuando luego hay incongruencias como usar a un mismo actor para un personaje muy similar a la anterior película, que incluso esperas que sea el mismo años después, hasta que te das cuenta de que no, de que él y Max no se conocen de nada. No sé, yo lo veo eso muy cutre porque una cosa es que la historia de cada película sea independiente y otra que el espectador no vaya a ser consciente de ello, imposible con los rasgos de Bruce Spence, o que le dé igual. A mi estas cositas me cortan bastante el rollo.
Luego tenemos toda esa parte como mesiánica que queda bastante ridícula en términos generales y que me vuelve a hacer pensar que las películas de "Mad Max" funcionan mejor cuanto más serias y más adultas se ven, final de la primera y toda la segunda entrega, que con esas situaciones fuera de madre. Algunos villanos pueden resultar ridículos y aun así inquietantes pero es que en "Más allá de la cúpula del trueno" la mayoría de cosas son más ridículas y risibles que inquietantes.
Como ya digo, salvo el primer tercio del film porque creo que toda la previa y el posterior combate en la cúpula mantienen muy bien el espíritu de lo que es el universo "Mad Max" o al menos como yo creo que debería serlo pero del resto poco más se puede salvar y ni tan siquiera es necesaria para entender mejor al personaje o dar nada por cerrado y recomendable también por si queréis recordar a Tina Turner cuando estaba de muy buen ver.
Nota: 4

martes, 26 de mayo de 2015

Mad Max 2: el guerrero de la carretera, aprendiendo de errores pasados.

Ayer hablábamos de la primera entrega de la trilogía original de este guerrero del futuro enfundado en cuero y decíamos que en ella poco se nos explicaba de qué había sucedido en el pasado, cosa que parece que debieron darse cuenta George Miller y su equipo porque lo primero que hacen aquí es, no solo recordarnos qué le pasó a Max/Gibson, en la anterior cinta, sino que incluso nos explican cómo se llegó a esa situación y lo importante que es el petróleo, líquido que será la razón de ser de toda la trama de esta película que mejora en todo a su antecesora. Yo no pido que me den todo masticadito pero si que al menos de alguna manera te expliquen dónde estas y en la primera, ni siquiera parecía que hubiera habido apocalipsis, ni nuclear ni de ninguna clase.
No penséis que vamos a tener una historia muy profunda aquí tampoco, pero la estética, destacable ya en su hermana mayor, adquiere en este film una calidad que dentro de su cutrez, muy acorde con la época de carestía en la que viven los personajes, marcará a muchas películas, cómics, libros y videojuegos que fueron llegando después. El contraste entre los personajes totalmente fuera de si, quienes intentan asaltar una colonia de supervivientes para quedarse con su gasolina, y estos últimos es claro, no solo por el uso de cuero de los primeros y de telas más normales de los otros, sino por los colores, negros los de unos, más claros o directamente blancos los de los otros; se podría decir que Max, pese a vestir de manera muy similar a los asaltantes, está a camino entre ambos, él hace lo necesario para sobrevivir pero no llega aun al extremo de demencia que presentan los bandidos del páramo.
Pese a que a lo largo del metraje tendrán más protagonismo otros malhechores, es sin duda "Humungus", con su envergadura y esa máscara que oculta un rostro que se supone desfigurado, quien centrará la atención del espectador y que, al igual que sus acólitos, son un enemigo mucho más temible y menos risible que la mayoría de los moteros de la anterior película.
De nuevo tendremos mucha acción, sobre todo en forma de persecuciones por el desierto o en la carretera, y un trabajo de diseño en ese sentido, en lo que se refiere a los vehículos, que encajará a la perfección con la personalidad y los medios al alcance de cada uno de los grupos en liza.
En cuanto al reparto es difícil destacar a nadie porque, los que no van enmascarados, disponen de pocos minutos en los que lucir dotes interpretativas por la velocidad con que transcurre todo, aunque Gibson y Bruce Spence, al que muchos conoceréis si visteis "La Leyenda del Buscador", destacan sobre el resto. Capítulo aparte para el niño que parece salido de la época de las cavernas y en cuyo pelo debió basarse Gibson para el peinado de "Braveheart" porque parece que hubieran cogido el pelo de William Wallace y se lo hubieran puesto al crío que, además, es un tanto cargante.
Con "Mad Max 2: el guerrero de la carretera" se demuestra que segundas partes a veces no solo fueron buenas, sino que incluso pueden ser mejores y que entretiene en sus, de nuevo, escasos noventa minutos, cosa esta, de la que deberían aprender en el cine actual. Si hacen falta dos horas se usan pero si se trata de añadir por añadir pues mejor dejar las cosas en menos tiempo y manetener un mejor ritmo narrativo. Como yo también me pregunto qué habrá sido de ese guerrero, voy a ver la tercera para poder hablaros de ella mañana.
Nota: 7

lunes, 25 de mayo de 2015

Mad Max, salvajes de autopista

Como se acerca la fecha en la que veré el reboot, remake o lo que sea "Mad Max: furia en la carretera", me decidí a ver de nuevo y a hacer crítica de la trilogía original para ir abriendo boca, porque además me encantan esos futuros postapocalípticos y su estética. Lo primero que descubrí, hace no mucho, es que yo creía haber visto las tres entregas anteriores pero no era así; en concreto, esta primera, de la que hablamos hoy, nunca la había visionado hasta que lo hice para este especial de "road movies" violentas por llamarlo de algún modo. Ahora si, sin más dilación, pasemos a hablar de las aventuras y desventuras de un loco que no lo parece tanto en este mundo de locos que es la saga de  "Mad Max".
Según la sinopsis se supone que todo transcurre después de un apocalípsis nuclear pero la verdad es que lo mismo podía haber sido tras una plaga de escarabajos peloteros mutantes del espacio exterior porque lo único que se ve es todo muy desangelado pero por lo demás no se nota que realmente haya pasado algo que haya llevado a esa situación y la banda de motoristas que se convertirá en "Némesis" de Max/Gibson podría haber sido cualquiera que anduviera quemando rueda por los EEUU actualmente. En ese sentido creo que o nos cuentan demasiado poco o la ambientación es muy mala o yo que sé, igual yo me espero ver unos seres humanos un poco más afectados físicamente después de una catástrofe así.
Dejando de lado eso y lo obvio de un presupuesto más que ajustado que debió irse en lo referente a vehículos y accidentes de los mismos, creo que "Salvajes de autopista" tiene un ritmo tan frenético en cuanto a su montaje y cómo nos quieren contar las cosas, dura solo noventa minutos, que no solo es muy difícil ponerte en el pellejo de casi nadie y por lo tanto cuando van cayendo como moscas casi que te da igual, sino que además algunas escenas como las que nos muestran a un Max mucho más reflexivo y humano desentonan de tal manera que ni siquiera te pegan ahí, por no hablar de toda la parte de familia feliz que se sacan de la manga en el guión en la cual el crío de la pareja es como el río Guadiana.
Por suerte para todos la película si consigue ser entretenida y a partir de la escena en el bosque y la posterior transformación de Max en "Mad Max" la cosa gana enteros para mi de una manera asombrosa. Sentí la angustia de la persecución entre esos árboles y habría sido una gozada ver a Gibson tomándose cumplida venganza con esa careta puesta pero sin duda que el tercio final de la cinta logra redimir en parte la irregularidad de lo narrado anteriormente y las escenas sumamente ridículas que protagonizan algunos de la banda de moteros. No sé, en "The Warriors" algunas vestimentas y eso son risibles a día de hoy pero los tíos daban miedito e infundían respeto; estos de aquí a ratos me resultaban casi aterradores y luego me quedaba con cara de "pero qué coño".
Así las cosas, un acercamiento agridulce al punto de partida de una historia que yo en su día empecé por su segundo capítulo, del cual tendréis mi opinión mañana. Recomendable por su estética y por el tramo final, para muchos puede resultar un pestiño vista con los ojos de ahora y sobre todo si, como yo, no la visteis en su momento.
Nota: 5,5

domingo, 24 de mayo de 2015

Ira de Titanes, por si con la furia no tuvimos suficiente.

La ventaja de ver una continuación de una infamia como "Furia de Titanes", es que ya no hace falta perder tiempo en presentarnos al protagonista, aunque nos dejarán claro que ahora intenta ser un pescador o algo así, tampoco me pidáis que me acuerde de eso, para alejar a su hijo y a sí mismo de los peligros que supone ser el hijo de un Dios como Zeus. Pero tranquilos, que Perseo empezará en seguida a matar seres mitológicos de manera un tanto increíble, no tanto por como lo hace, sino porque choca un tanto ver a un semidiós que además realiza un trabajo físico muy exigente con una musculatura que destaca por su falta de definición. Os parecerá una chorrada pero, yo que sé, por lo menos que se trabaje un poquito esos brazos ya que va a enseñarlos.
En resumen, la trama es como la de una telenovela cualquiera, solo que con dioses y con una hermosa pero sin la silicona habitual de esas producciones sudamericanas —ni tíos ciclados ni tías pechugonas para alegrar la vista al personal al que pueden aspirar realmente a atraer a las salas con un producto como este— Rosamunde Pike que resulta tan creíble de reina en la antigua Grecia como Liam Neeson de Rey de todos los dioses, aunque hay que decir en su favor que esta vez no brilla como un gusiluz, lo cual hace que te de algo menos de penilla verlo ahí.
Como Pegaso molaba y fue de lo mejor en cuanto a los efectos digitales que se curraron en la anterior vuelve a aparecer y, como no hay guión, pues ya toca sacar otros seres como un minotauro, que ni está en el laberinto de Minos ni nada, y que he de decir que su plasmación en la pantalla me pareció bastante original y acertada aunque al final es otro pelele más en cuanto Perseo se pone en modo "amazo". Por supuesto que no faltará esa escena tan a lo "El Señor de los Anillos" y repetida hasta la saciedad en casi todas las películas posteriores de corte épico o fantástico, esto es, a nuestro grupo de protagonistas subiendo por una montaña/ladera/colina, acompañados esta vez por unos gigantes que la diferenciarán un poco.
Entre paseo y paseo por las diferentes localizaciones de laa antiguaa Grecia disfrutaremos de diversas batallas y de conversaciones familiares entre Zeus/Neeson, Hades/Fiennes y Ares; ya sabéis, los típicos "Perdóname por no haberte prestado la atención suficiente", "Papá te quería más a ti", "Tú has vivido en el cielo y yo en el inframundo"... porque al final todo pasa por esas rencillas familiares que no se solucionan cuando se deben y se acaba enquistando.
Dije que no vería esta segunda parte pero pudo más ese lado oscuro mío al que le gusta saber si son capaces de mejorar en hacerlo mal y la verdad es que cuando menos se han igualado, con una película de nuevo sin historia, o con una tan básica que ni nos va ni nos viene; con intérpretes como Pike o Neeson a los que da auténtica pena ver en cintas como esta —Fiennes no me da tanta qué le voy a hacer— y otros como Worthington, que ni siquiera se ha molestado en ponerse medianamente en forma para una película en la que lo más que se puede hacer es lucir palmito físico y ni eso tiene el pobre y demostrando que en cuanto hay beneficios tanto da sacar un bodrio tras otro porque, total, la cuestión es hacer caja. Tan prescindible como la primera e igual de mala pero recomendable para quien guste de echarse unas risas viendo estos films casi infumables o que como yo, lo pasan teta haciendo críticas como esta.
Nota: 1

sábado, 23 de mayo de 2015

La escopeta nacional. Demasiado tufo a época del "destape" pese al buen intento de crítica social.

Llevo ya mucho acercándome al cine patrio con más ganas y, como con el resto del cine, de lo que más me falta por ver es cine de los años ochenta hacia atrás. Habiendo disfrutado enormemente con "El Verdugo" y ante las buenas críticas y opiniones acerca de "La escopeta nacional" me decidí a verla esperando una gran comedia con ese humor del esperpento que tan bien se nos da en España. 
Por desgracia para mí, y para Aurora, porque la arrastré a ver esta cinta esa noche, lo que vi fue el humor más rancio de la época del destape, con actrices, algunas, que para lo único que servían era para enseñar muslo o pechuga, según conviniera y con algunas escenas, como la del coleccionismo del anciano, que recordaban más a los films de Pajares y Esteso que a un guión que de verdad quiera meter el dedo en la llaga del cambio político y social que se vivía en aquella época en clave de humor.
Evidentemente, tiene sus momentos, sobre todo en algunas de las conversaciones en el salón que mantiene el personaje de Sazatornil con otros de los invitados o comensales a cuenta de los porterillos esos que quiere colocar y que demuestran que las cosas, sobre todo en lo que a corrupción se refiere, no han cambiado tanto. A mi parecer se olvidan demasiado de ese humor que denuncia demasiado a menudo para caer en chistes que a mí a día de hoy me resultan sonrojantes y más de cantina que de un director capaz de tener la sutileza que tiene en la única película suya que he visto antes y que mencioné en el párrafo anterior.
Supongo que algunos me dirán que es que era lo que se llevaba en la época, pero no creo que haya que seguir al rebaño en todo y menos en casos como estos, donde muchas de las cosas que se nos quieren transmitir quedan para mi desdibujadas y me dejan un sabor de boca bastante desagradable con tanta españolada que además lastró y mucho a nuestro cine durante mucho tiempo.
Algunas situaciones y personajes están muy bien construidos y eso hizo que por momentos recuperara la esperanza de terminar viendo una película que dejara en mí cierta marca como sí hizo "El verdugo" pero está claro que tendré que seguir buceando en el cine de Berlanga para encontrar más perlas.
Está claro que hay que ver de todo para poder juzgar y que esta cinta debió ser muy importante en su día y que se metía con temas que aun eran muy peliagudos pero opino que no era necesario esconderlos entre colecciones de vello púbico y un humor caduco para mí y que me hizo imposible disfrutar la película en sus mejores partes porque acto seguido volvíamos a la chabacanería destrozando, por ejemplo, un momento tremendamente tierno y romántico que nos encantó a mi señora y a mí y por lo que seguramente recordaré esta película más que por sus diálogos o por su critica política y social.
Nota: 5

viernes, 22 de mayo de 2015

Caza al asesino. Cage y Cusack salen bien parados sobre el frío suelo de Alaska.

No solo de thrillers a lo Fincher puede vivir el cinéfilo y, aunque el que os traigo hoy no cambiará vuestras vidas de adictos al celuloide, si que puede suponer un primer paso hacia la reconciliación con Nicholas Cage si hace mucho tiempo que lo distéis por perdido y usáis de posavasos los DVDs de sus películas que vuestros familiares han pillado con el periódico del domingo para tener un detalle con vosotros, porque saben lo mucho que os gusta el cine.
Al estar basada la historia en hechos reales —está claro viendo estas cosas que en EEUU tienen un problema gordo con el tema de los asesinos en serie— vamos a tener una trama en la que más importante que descubrir quién es el asesino va a ser la carrera contra el reloj del personaje de Cage para atraparlo. Para ello se moverá por los suburbios de Anchorage, Alaska, en un viaje a lo más oscuro del ser humano, donde los cuerpos están en venta y donde, seamos sinceros, a nadie le importa que falte un artículo más o menos de esa mercancía con la que mercadean cada noche para goce de algunos y para llenar los bolsillos de otros, destruyendo por el camino vidas, sobre todo de mujeres.
Con estas cintas, y teniendo en cuenta que hay series como "Mentes criminales", parece que vista una vistas todas y en cierto modo así es, pero en este caso, creo que Scott Walker, director y guionista, y su equipo, consiguen plasmar de una manera que hiela la sangre algunos de los momentos más duros del proceso de "juego" del psicópata de turno y que, si te paras a pensar un poco, te revuelven por dentro y te hace plantearte cómo alguien en apariencia tan normal puede esconder un monstruo así en su interior.
No voy a deciros que Cage esté como para llevarse ningún premio, pero para mi es de largo la mejor actuación que le he visto en muchísimo tiempo, lo cual ya es mucho decir, y encima le acompaña un John Cusack que está no solo por encima de Nicholas, sino también de la calidad general de la película, que no pasa de ser una más entre tantos coleccionistas de cadáveres que nos trae el cine con el paso de los años.
Me gustaría destacar también la música, porque me dejó buen sabor de boca teniendo en cuenta el producto que tenemos entre manos y los paisajes de Alaska también son dignos de disfrutar en los contados momentos en que se nos presentan, con "travellings" cenitales que, por mucho que os pese, no son exclusivos de "True Detective".
Supongo que este tipo de films me gustan, aunque sea con un aprobado raspadito, porque siempre me ha resultado sumamente interesante la psique humana y en concreto la de los asesinos en serie a los que, no admiro, no os vayáis a creer, pero que tienen en mi como una especie de magnetismo que me hace casi siempre caer en el visionado de cintas como esta. Por encima de una de las típicas películas de sobremesa y recomendable si como a mi te atraen este tipo de casos y si quieres ver a un Cusack que da la talla y a un Cage que al menos no da pena y que parece llevar un pelo más de verdad.
Nota: 5

jueves, 21 de mayo de 2015

X-Men: Primera generación un renacer de la saga a la altura de sus predecesoras.

En esta época de "reboots", "remakes", vueltas de tuerca y continuaciones de sagas, es difícil encontrar una que tenga el mínimo de calidad exigible y que merecen los personajes, máxime cuando se trata de cómics, donde para quienes han crecido leyéndolos algunos de sus protagonistas son poco menos que divinidades. Yo, y sé que me repito ya hasta la saciedad, siempre he disfrutado de los héroes y villanos de este arte pese a no haber leído más que algo de manga y una pequeña parte de "Conan".
En su día no me atreví a ir al cine a ver este reinicio de una de las trilogías culpables de la instauración definitiva del cine de superhéroes en la gran pantalla porque pensé que era difícil que con la paulatina perdida de calidad que fue mostrando la anterior, una nueva trilogía corría el peligro de ser repetitiva o de no convencer a la mayoría por la falta de algunos actores que dotaron de gran carisma a sus respectivos personajes entre los cinéfilos que disfrutamos con este tipo de cine.
Lo cierto es que, una vez me decidí a ver la película todo esto quedó en un segundo plano, quizá porque nos presentan a nuestros conocidos héroes en sus inicios, cuando eran aun unos críos, o casi, y cuando aún ni siquiera sabían exactamente de parte de quién estaban. También puede ser que las notables interpretaciones de Michael Fassbender/Magneto y James Mcavoy/Profesor Xavier ayuden y mucho en que yo disfrutara más de lo que me esperaba con esta cinta. Sus compañeros más jóvenes, con la archiconocida y "piscinera" Jennifer Lawrence mantiene el tipo con cierta soltura teniendo en cuenta que sus roles son secundarios y que, como toda primera entrega, no deja de ser una presentación de todos ellos y de sus diferentes poderes.
Descubriremos al hermano de "Cíclope" y cómo Hank pasó a tener ese color azul que tanto le favorece y por el que siempre identificaremos a "Bestia", entre otras cosas. Habrá un pequeño, muy pequeño, cameo de Hugh Jackman/Lobezno, que considero acertado en su brevedad porque para mi es evidente que tanto personaje como actor muestran síntomas alarmantes de agotamiento en la gran pantalla. De ello hablaré algo más cuando analice las películas protagonizadas por mi mutante favorito en solitario.
Se trata en definitiva de una película de acción y aventuras, disfrutable para cualquier amante de los cómics y también para quienes no lo sean; con un reparto por encima de la media en estos casos, repleta de escenas impresionantes, sobre todo con las demostraciones de los poderes de Magneto y con un Kevin Bacon que creo que lo hace bastante bien como némesis, aunque la realidad es que la lucha que cada cual mantiene en su interior es el verdadero enemigo de unas personas a las que les cuesta aceptarse tanto o más a sí mismas como le cuesta a la propia sociedad asumir su existencia. Porque el mensaje de las historias de mutantes de la Marvel siempre ha estado claro, lo dífícil que es ser diferente en un mundo donde los demás deciden qué es la normalidad y si tú estás o no dentro de ella.
Nota: 7,5