lunes, 17 de agosto de 2015

Tesis, una ópera prima que es una obra cumbre de nuestro cine

En ocasiones el cine nos da maravillosas sorpresas, que lo son aun más cuando la película que nos las da es española y encima de género, o sea olvidándose del drama, la comedia facilona, la Guerra Civil, etc.
Además, esto sucedió en 1996, hace ya casi veinte años y con un director desconocido, idolatrado y luego bajado a los infiernos, como suele ser habitual en nuestro país, en cuanto empezó a hacer el cine que él quería hacer. Si amigos y amigas, hablamos de Amenábar, porque él fue sin duda el gran culpable de que "Tesis" fuera lo que fue. La película se llevo nada menos que siete premios Goya, que sabiendo como es nuestra academia para reconocer a este tipo de films demuestra que estábamos ante algo grande de verdad.
Salvo Ana Torrent, magnífica, prácticamente todos eran unos recién llegados al mundo del celuloide y aun con todo, lograron transmitir una tensión y crear una atmósfera que muchas veces le falta a producciones con grandes directores al frente y con protagonistas de relumbrón. Fele Martínez se alzó con el premio a mejor actor revelación —con una maravillosa interpretación de uno de esos frikis que si hoy aun son mirados con recelo imaginaros en los noventa—, cuando aún se daban a gente que tenía su primer papel en cine y no como hace un par de años, que se lo llevó uno que había participado ya en más de diez películas. No nos olvidamos por supuesto de un jovencito Noriega que da su mejor medida en el tramo final de la cinta y que ahora sigue acrecentando su leyenda con los anuncios de "Dentix" que seguro que le abren muchas puertas en la industria, próximo paso "Corega".
El tema del snuff fue muy controvertido y recurrente por aquella época aunque por desgracia y con lo que hemos ido viendo con el paso del tiempo, yo no dudo de que incluso entonces ya fuera una realidad. No obstante, Amenábar consiguió que fuera algo más profundo y que nos hiciera pasar mucho más miedo que por ejemplo "Asesinato en 8mm" protagonizada por Nicholas Cage, con un ritmo que nunca decae y con una variedad de personajes que, al menos en el primer visionado, te hace dudar de las intenciones de la mayoría y de quién es el héroe y quién el villano.
Alejandro trató un asunto que a día de hoy está más que presente y que es el que más audiencia da en términos generales, el morbo, nuestra incapacidad a veces para apartar la mirada y hasta donde están dispuestos a llegar algunos por dinero, en el caso de quienes realizaban las grabaciones, o para alcanzar vivencias extremas ya fuera por fantasías sexuales enfermizas o de actos que ellos jamás serían capaces de llevar a cabo pero que sienten la necesidad de presenciar.
Para mi es una obra imprescindible de nuestro cine contemporáneo y que sin duda, junto a otros como De La Iglesia, fue abriendo el difícil camino del celuloide diferente y de género en España. Si no la habéis visto hacedlo y si os la sabéis de pe a pa, revisitadla de nuevo que seguro encontráis algo nuevo.
Nota: 9

2 comentarios:

  1. Sublime, maravillosa... me quedo sin adjetivos cada vez que intento describirla. Ahí me enamoré del cine de Amenabar y del (dessaprovechado hoy en día) talento de Fele Martínez. Creo que es muchísimo mejor actor que Eduardo Noriega, pero como no es tan guapo...
    En fin, una película magistral y una crítica soberbia.

    @Ociopalabras

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    1. Saludos Alex,
      me centraré en el tema actores y para mi es que Noriega ni siquiera me parece un buen actor más allá de alguna película en la que pueda estar más inspirado.

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