jueves, 9 de julio de 2015

Dredd, más te vale declararte culpable.

Aun recuerdo lo que me gustó en su día la primera adaptación al cine de este antihéroe de cómic, del cual no he leído nada. Hoy en día aquella película de Stallone me resulta entretenida pero muy alejada de lo que, por lo que se intuye, debía de ser un hombre como "Dredd". Cuando eres jurado, juez y verdugo es difícil poder andarte con las payasadas que vimos en los noventa y además no aguanto al compañero de "Tito Sly" en aquellas aventuras Rob Schneider. 
Por fortuna para todos y, no nos engañemos, para sorpresa de todos, Pete Travis, Karl Urban y Lena Headey —parece que lo de esta mujer es hacer de mala— lograron en en 2012 dar a luz una de las mejores películas de acción de los últimos cinco años. Seguramente, pese a lo que digan los puristas de la obra en que se basa, mucho más digna como adaptación que la realizada hace ya veinte años.
A día de hoy no tengo ninguna duda de que Urban es de lo mejorcito que te puedes encontrar en acción, por delante de algunos estancados como son Statham y Diesel y con más variedad de registros que "La Roca". Probablemente estemos ante el sucesor natural de Bruce Willis. Aquí demuestra, con un casco que solo deja ver la zona de su boca, que es algo más que un tipo que sabe repartir muy bien; es evidente que no es un Fassbender o un Cumberbatch pero da un plus al cine de acción que tan falto está de actores carismáticos. Muchos se acordarán siempre de Tom Hardy en Mad Max: Furia en la carretera, pero Urban hizo algo muy similar y mucho mejor antes.
El otro punto fuerte y que dota de personalidad a la película es esa cabecilla de la banda que domina el edificio en que se desarrolla la práctica totalidad de la cinta; una Lena Headey que tiene tantos o más bemoles que la "Imperator Furiosa" del mismo film que hemos mencionado. Vale, no es una heroína pero que, una vez más, Miller no ha inventado ni reinventado a las mujeres de armas tomar en este género.
"Dredd" es un no parar donde la personalidad de los jueces, el contraste entre examinador y examinada no es nuevo pero es acertado, nos irá llevando planta a planta hasta el ático, con un despliegue de armamento muy al estilo videojuego, con ese selector del tipo de munición en la pistola de "Dredd". También las escenas en las que se plasman los efectos de la droga que se toman o hacen tomar a algunos de los delincuentes son reseñables aunque está claro que se crearon con idea de aprovechar el 3D.
En mi modesta opinión fue una película muy maltratada en términos generales pero es lo que tiene no tener detrás grandes nombres. Igual si la fiebre por "Juego de Tronos" hubiera estado totalmente en auge el simple hecho de que estuviera Headey ya la habría hecho estar entre las favoritas de muchos.

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